En su juventud, Juan Antonio González creció rodeado de su familia, donde aprendió a sembrar y cultivar el Agave, despertando así un profundo amor por la Tierra.

Fue en un modesto sótano donde comenzó a destilar pequeñas cantidades de Tequila, que compartía con amigos cercanos y familiares, desarrollando una pasión por la producción artesanal de esta bebida.

Con esos conocimientos, en 1997, Juan Antonio y su querida esposa, Irma Serafina González, fundaron en Arandas, Jalisco, Grupo Tequilero México, bajo el prestigioso nombre de "Destilería Casa Real".

Su objetivo era claro: capturar la esencia del Agave Azul Tequilana Weber, una planta que guarda en sus hojas la historia de generaciones, y transformarla con dedicación en una bebida que despertara los sentidos. Con trabajo arduo y respeto por la tradición, desarrollaron un tequila de excelencia a partir de sus propias plantaciones en los Altos de Jalisco.

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En esa región, famosa por la calidad de sus agaves, Destilería Casa Real se destacó por su compromiso con la autenticidad y la pureza en cada botella.

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Cuando Don Juan Antonio partió inesperadamente en 2022, su esposa, Irma Serafina, asumió con valentía y determinación el liderazgo del legado familiar, enfrentando el reto con la fuerza que siempre los había caracterizado. Junto a ella, sus hijos, Esmeralda, Juan Antonio y Melissa González González, se comprometieron a preservar y continuar el sueño que sus padres habían construido.

El compromiso de la familia con la ética, el medio ambiente y la agricultura sustentable les ha ganado reconocimiento por su integridad. Gracias a su esfuerzo, el legado de Juan Antonio González y su esposa sigue vivo, reflejado en cada sorbo de su creación más preciada: el Tequila, que lleva consigo el alma de la tierra que lo vio nacer.